Con la gala de los Goya 2017 a la vuelta de la esquina, nuestra última entrevista es con los autores de Darrel, el único cortometraje de animación 3D de los Goya de este año. Gracias a su fabuloso nivel técnico y el ritmo milimétrico de sus gags, Darrel es un duro contrincante que juega con cartas muy diferentes a las del resto de los nominados, y que confirma la enorme diversidad creativa que hubo en la animación española del año pasado.
Resulta imposible no contagiarse del entusiasmo exultante de Alan Carabantes y Marc Briones, los jóvenes directores que han dirigido Darrel mano sobre mano. Apasionados del trabajo bien hecho, el camino hasta llegar a la dirección de su primer cortometraje es un buen ejemplo de tenacidad.
Desde que acabó el bachiller, Alan Carabantes tuvo claro que su futuro profesional pasaba por la animación, y tras hacer un máster de videojuegos y un curso básico de animación 3D, decidió entrar en la prestigiosa escuela PepeSchoolLand para completar su formación. El caso de Marc Briones resulta aún más sorprendente, ya que su vocación por la animación llega de forma tardía, tras haber estudiado informática y crear su propia empresa de diseño web junto a otro socio. Tras los siete años que dura esta experiencia, Marc decide dejarlo todo para entrar en la academia de Daniel Martínez Lara. Es allí donde ambos se conocen.
Según Alan, “durante el curso, teníamos entregas de trabajo todos los lunes. Esto hizo que todos los domingos nos llamáramos por Skype para resolver todas nuestras dudas, lo que afianzó nuestra amistad y que nos diéramos cuenta de que nos hacían gracia los mismos chistes.” Al acabar el año, la escuela les propone unirse a un espacio coworking junto con otros profesionales y alumnos, y ambos deciden aprovechar esa experiencia para realizar su demoreel en común.
Sin una idea concreta aún, la influencia de sus antiguos profesores resulta esencial para que todo evolucione hasta el cortometraje final. “Nuestro plan inicial”, comienza explicando Alan, “era hacer una pieza muy corta, de menos de treinta segundos, pero cada vez que le enseñábamos algo a Daniel, siempre nos insinuaba una nueva idea para mejorarla. En ese sentido, es un profesor que sabe muy bien cómo espolear tu creatividad para que madures las cosas por ti mismo.”
El proceso creativo que siguió se fue desarrollando de manera muy orgánica a lo largo de dos años y medio. Por ejemplo, el personaje protagonista surgió gracias a un boceto que otro compañero les muestra de un personaje con rasgos similares a los de un camaleón.
Tras un proceso de varias semanas y varias consultas con sus colegas, ambos se dan cuenta de que tienen entre manos el embrión de un cortometraje con mucho potencial. Marc puntualiza que “a veces era un proceso un poco frustrante, porque cada día te ibas a casa con numerosas dudas en la cabeza. Técnicamente teníamos claro que el corto iba a quedar bien, pero lo que más nos preocupaba era todo el proceso de construcción del guión y de los gags.”
“La historia original era muy diferente,” reconoce Alan, “ya que contenía incluso cierta crítica social. Era sobre un camaleón cansado de la monotonía en su trabajo, algo que más tarde vimos que se parecía mucho a Alike, el corto que Daniel Martínez Lara y Rafa Cano estaban desarrollando en secreto en ese momento.” Sin embargo, poco a poco todo esto fue simplificando a un escenario –el andén de metro– y dos personajes: el protagonista y el objeto de sus atenciones amorosas.
Tras desarrollar una gran cantidad de chistes visuales para ilustrar ese encuentro, sus compañeros les hacen ver que la historia carecía aún de orden y continuación natural, lo que les lleva a reconsiderar todas las opiniones y consejos que van recibiendo. A pesar de que el desarrollo del cortometraje se produce de una forma fluida, Marc reconoce que “ser dos personas a veces era un problema, porque hacía que las discusiones entre nosotros se eternizaran. Cada uno tenía una visión diferente de cómo resolver los problemas y hubiera sido útil tener a un tercero para que aportara una opinión intermedia”.
Tampoco queda claro la cantidad de horas que necesitaron para acabar el corto, ya que ambos trabajaban mientras lo hacían. Para Marc, incluso las fases de preproducción y producción resultan complicadas de separar: “A ninguno de los dos nos apetecía centrarnos solo en el guión durante la preproducción. Necesitábamos ir desarrollando cosas que fueran creativas para que nos dieran ganas de seguir en el proyecto. Así, mientras pensábamos cómo mejorar la historia, fuimos desarrollando el modelado, el escenario y los personajes. Igual ahora lo haría de otra forma, pero en aquel entonces todo este proceso se desarrolló así.”
El estilo visual planteado al inicio también experimentó grandes cambios. Mientras Marc buscaba algo más cercano al hiperrealismo al que se había acostumbrado con su experiencia profesional con la infoarquitectura, Alan estaba más interesado en una estética cercana al stop motion. “Recuerdo que esto nos dio muchos problemas para integrar a los personajes con los fondos”, confiesa Marc.
Finalmente se acabó escogiendo una estética más cercana al cartoon para simplicar el proceso. Entre las numerosas influencias, ambos destacan a Paperman y los cortos del estudio Birdbox, así como algunos trabajos de la escuela Gobelins como The King and the Beaver. También reconocen el apoyo inestimable del rigger Nacho Maure, y de Marc Alloza, «una persona muy organizada», según Alan, «que nos aportó mucho orden y nos ayudó a salir del caos en el que estábamos inmersos».


Uno de los aspectos más sorprendentes del corto, por lo inesperado que resulta, es la irrupción del humor negro en la parte final. “Dimos muchas vueltas hasta dar con esta conclusión”, afirma Alan. “Surgió gracias a un comentario de Víctor, otro chico del coworking que es increíblemente ingenioso.” Para Marc, se trataba de un final muy arriesgado, pero como a ambos les gustaba mucho, acordaron compensarlo enfatizando la empatía hacia el personaje protagonista. “En cualquier caso,” afirma Alan, “decidimos que se acabara con un final sin medias tintas.”
Con cierta pena, Marc afirma que “hubo incluso la posibilidad de grabar una banda sonora original con una orquesta nacional de un país de Europa del este. Fue algo que nos ofreció un amigo común, pero tuvimos que renunciar a esta oferta porque no nos acababa de encajar con el proyecto”.
Con la sensación de estar viviendo un sueño hecho realidad, 2017 ha comenzado de forma muy prometedora para los dos, ya que en septiembre entrarán a formar parte del equipo de Ilion Animation Studios, su primera experiencia profesional en un largometraje de animación. Por su parte, Darrel apenas acaba de comenzar su andadura internacional.
Gracias a sus ocho premios nacionales y la posibilidad añadida de ganar el Goya, Marc espera que ahora con la ayuda de una distribuidora cambien algo las cosas, ya que “distribuir un corto mientras trabajas resulta una tarea agotadora.”
Finalizamos aquí esta sección de entrevistas con los nominados al Goya. Puedes consultar aquí las entrevistas anteriores con los creadores de Uka, Made in Spain y Decorado.
Desde 3D Wire y Animaholic agradecemos la colaboración de todos los directores por haberlas hecho posible.
Aunque ya lo hemos dicho anteriormente, pero en un año tan excelente para el corto de animación como este, nos hubiera encantado tener la excusa perfecta para haber entrevistado a un número mayor de autores. Como homenaje, queremos enviar nuestras felicitaciones a Isabel Herguera, José Corral, Aitor Oñederra, Abraham López, Jaime Maestro y Darío Pérez, candidatos que finalmente se quedaron fuera de la nominación al Goya de este año.
Todos estos cortos, además de los espléndidos trabajos de Paco Cuesta y Manel Cráneo, Juan Carlos Mostaza, Mercedes Marro, María Álvarez y Elisa Morais o los hermanos Emilio y Jesús Gallego, entre otros, pudieron ser vistos en Mercado 3D Wire, el único festival de España que desde su creación ha conseguido reunir la mayor selección de cortometrajes nacionales.
Desde Animaholic brindamos para que la selección de 2017 sea igual de magnífica.
¡Larga vida a la animación española!